Ataque a Pearl Harbor: efectos en San Antonio

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp

“El día que vivirá en la infamia” Franklin Delano Roosevelt, Presidente de EE.UU.

Un 7 de diciembre de 1941, aviones japoneses atacaban por sorpresa y sin previa Declaración de Guerra a la flota  del Pacífico de EEUU situada en la base de Pearl Harbor, en Hawaii. Al principio parecía una aplastante victoria táctica pero los eventos siguientes demostrarían que el ataque fue un grave error que sería la perdición para el país del Sol naciente. De inmediato EEUU, que había permanecido neutral a la guerra europea iniciada en 1939, declaró la guerra a todo el Eje (Japón, Alemania e Italia). El conflicto escaló a escala mundial.

El “día que vivirá en la infamia” tuvo repercusiones en todo el orbe ¡también en San Antonio!

Chile giraba en la órbita de influencia norteamericana más directa, pero fue Neutral durante casi todo el desarrollo del conflicto. Sin embargo, EE.UU. dispuso protección a varios puertos nacionales, entre ellos San Antonio, ante una posible agresión bélica debido que nuestro país era un importante exportador de materias primas para los Países Aliados que eran enemigos del Eje.

Así, tras el bombardeo a Pearl Harbor llegó a San Antonio a inicios de 1942 la unidad naval “Cuerpo de Defensa de la Costa Motorizado Nº4 San Antonio”. Recibió ayuda enviada por EE.UU. (armas, vehículos de combate y material de construcción para cuarteles) que llegó en barcos desde EE.UU. al puerto de San Antonio. Lo más preciado eran los cañones franceses Grand Puissance Filloux GPF, conocidos en Chile como Puteaux (que disparaban proyectiles de 46 kilos y 155 mm a una distancia de 18 kms.).

También llegó personal estadounidense a entrenar a chilenos en el uso de ese material bélico y supervisar las bases. Muchos de estos efectivos se casaron en San Antonio y formaron familias, también enseñaron a los niños locales a jugar béisbol.

Se construyeron puestos defensivos con baterías antiaéreas en Tejas Verdes, en las dunas de lo alto de 21 de mayo y en Cerro Panul. En este último sector se instalaron los poderosos cañones Puteaux, hangares, cocina, salas para oficiales y cobertizos para jeeps y camiones.

Los entrenamientos eran diarios y en los simulacros las baterías disparaban contra blancos flotantes en las afueras del puerto. Se avisaba a la población civil de San Antonio para evitar pánico y quebrazón de vidrios (la gente cubría con frazadas sus ventanas). Espectaculares eran los ejercicios nocturnos que simulaban ataques aéreos repelidos por baterías antiaéreas.

El ataque enemigo nunca ocurrió, Japón, Alemania e Italia se rindieron. La II Guerra Mundial terminó en agosto de 1945 pero los cañones se mantuvieron operativos hasta mediados de la década de 1950 y luego todo el aparataje se desmanteló.

En 2009 se recuperó un cañón Puteaux. Fue restaurado e instalado en el sector Molito frente al Paseo Bellamar. Hoy se exhibe en los jardines del Museo de San Antonio, en Llolleo. Esta pieza es lo único que queda, además de cimientos ruinosos en cerro Panul, de la fortificación que protegió a San Antonio tras los acontecimientos de Pearl Harbor hace ya tantos años.

Puesto defensivo de Cerro Panul.

Personal de la base y un cañón Puteaux.

A inicios de la década de 2010 un cañón Puteaux fue recuperado e instalado por un tiempo en el Molito frente a la bahía.

Reliquia. Hoy, el cañón Puteaux se exhibe en el Museo de San Antonio MUSA en lo alto de Llolleo.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp