1912: Inicio de construcción del puerto de San Antonio

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Empezaba el siglo XVII y y antiguos documentos religiosos ya se referían al “puerto de San Antonio” (más bien un poblado con caleta) como un lugar apto y seguro junto a la boca del río Maipo. En 1875 el pueblo tenía un muelle de 50 metros donde una cantidad importante de barcos movían sus mercaderías. En 1901 se lleva a cabo un estudio para habilitar al puerto de San Antonio como «la futura comunicación marítima de las provincias de Santiago a Curicó con el mundo de los negocios».
En 1910 se creó la comisión de puertos que autorizó al Presidente de la República a realizar estudios de construcción y mejoramiento de 21 puertos entre Arica y Puerto Montt.
Construir un moderno puerto en San Antonio fue el comienzo de una política decidida y resuelta del Gobierno de Chile, para abrir al comercio internacional una puerta segura y fácil que haría más expedito el movimiento comercial que correspondía a una de las zonas más ricas del país.
Se contrató al ingeniero holandés Gerardo Van Broekman, quien entregó el proyecto en 1908. En 1911 se contrató la empresa Augusto Galtier de París para construir el nuevo puerto en un borde costero de dunas y playas. La obra no era bien vista en Valparaíso. Las obras de fiscalización en terreno estuvieron a cargo del director fiscal, ingeniero Eduardo Reyes Cox.

A las 09.30 del 5 de mayo de 1912 partió desde Estación Alameda de Santiago un tren especial rumbo a San Antonio. La pequeña comuna de poco más de mil habitantes, cuyo municipio funcionaba desde 1894, se vistió de gala. Ese día llegó el Presidente de Chile don Ramón Barros Luco con su comitiva a encabezar la esperada ceremonia de inicio de obras de construcción del puerto de San Antonio. La iniciativa era un sueño gestado por décadas. Un proyecto país.

El puerto de San Antonio fue la «obra predilecta» del Presidente Ramón Barros Luco.

El convoy se detuvo en Melipilla para que los vecinos saludaran al mandatario. De ahí siguió a San Antonio, llegado pasadas las 12.00. Ese día se inauguraba también, de forma oficial, la llegada del FFCC a San Antonio. En el tren arribaron unas 200 personas: altos funcionarios gubernamentales, ministros, diplomáticos, técnicos, jefes de Ejército y otros invitados nacionales e internacionales. También llegaron a San Antonio la banda de músicos de Pudeto y el Orfeón de Policía.
Aquí fueron recibidos por autoridades locales y los ingenieros jefes de obras, quienes invitaron al Presidente a visitar el nuevo muelle de concreto armado que se construía frente a las bodegas de la Empresa Galtier.
En esos momentos, la Escuela de Niñas de San Antonio ofreció al Presidente Barros Luco por intermedio de una de sus alumnas un hermoso ramo de flores.
Luego el almuerzo. El Presidente e invitados se dirigieron a una amplia construcción, levantada de material ligero pero artísticamente adornada con banderas, escudos y flores, con hermosa vista al océano, donde se sirvió el almuerzo que ofrecía la casa constructora.
Ocupó el asiento de honor el Presidente Barros Luco y cerca de él los Ministros de Estado, diplomáticos, senadores, diputados, altos funcionarios, autoridades locales y resto de importantes invitados.

Menú de ceremonia inauguración de inicio de obras.
Alguno de los platos que se sirvieron en el banquete:
Jammon Anglais
Consommé a la royale
Courbine sauce-russe
Filet aruz petits-poi
Vol-au-vent de perdreaux
Avocais a la jardiniere
Fruits
Chateaux
Café
Liqueurs
Champaña y discursos.

Pedro N. Montenegro, Ministro de Hacienda, declaró inaugurados los “trabajos del puerto de San Antonio que auguran brillante porvenir a una región de las más importantes del país y estimularán poderosamente nuestro intercambio comercial”.
El Ministro Villot Dufreche expresó su confianza en que los ingenieros de la Casa Galtier “harían honor a la industria francesa”.

Histórico discurso del alcalde de San Antonio, Alberto Barros:
“Hay acontecimientos en la vida de los pueblos que importan un eterno recuerdo y una página en la historia del progreso. El puerto de San Antonio, que el espíritu previsor del capitán general Ambrosio OHiggins abriera al comercio en 1790, debió ser el punto obligado para la exportación de los productos agrícolas de una parte de la región central. Más tarde, en días de zozobra para la patria, en 1866, se vino a evidenciar que la caleta de San Antonio estaba llamada, por sus condiciones naturales, su situación geográfica, a tan poca distancia de la capital, a ser uno de los puertos que el desarrollo material y económico del país venía a imponer como una necesidad absoluta para su desenvolvimiento. El día de mañana, terminada esta obra, se habrá creado un nuevo emporio de riqueza y de actividad para la República. En medio de este regocijo y de legítimo orgullo para el pueblo de San Antonio, séame permitido, excelentísimo señor Presidente, ofrecer este modesto recuerdo que ha de ser un símbolo de la ancha puerta que acabáis de abrir a la vida y al progreso material del país en los días de vuestra administración”.

Alberto Barros, alcalde de San Antonio, regaló al mandatario una artística tarjeta, obsequio de los vecinos en recuerdo de la gran obra que se va a realizar.
La firma del acta de iniciación de los trabajos se realizó una vez finalizado el banquete. El acta escrita en fino pergamino con las insignias de la república decía:
“En el puerto de San Antonio, a 5 de mayo de 1912, gobernando la República el Excelentísimo don Ramón Barros Luco, y siendo su secretario en el departamento de Hacienda don Pedro N. Montenegro, se procedió a la colocación de la primera piedra de las obras marítimas autorizadas por la Ley N°2.390 y contratadas con la empresa constructora de Augusto Galtier”.

De la mesa del banquete la comitiva oficial se dirigió a la vecina playa donde la poderosa Grúa 82 (hoy Monumento Histórico Nacional) arrojó la primera piedra de las obras, un gran trozo granítico de 12 toneladas de peso. La colocación de esa piedra fue el gran hito de la jornada. Quedó enterrada en algún punto hoy olvidado.

El hito de esa jornada histórica: la colocación de la simbólica primera piedra

El vicario castrense, presbítero Rafael Edwards, bendijo la mole y las obras.

De ahí la comitiva se dirigió a un pequeño tren que la condujo por la orilla del mar unos dos kilómetros hacia el norte, a las canteras que surtían de piedra a la empresa. En la cantera N°2, colocado a conveniente distancia, el Presidente oprimiendo un botón eléctrico, hizo explotar una tras otra, veinte cargas de dinamita que arrojaron grandes moles de roca. Lo mismo ocurrió un poco más al norte, en la cantera N°8. El espectáculo de esas explosiones fue imponente. Después, la comitiva regresó al puerto y abordó el tren especial que la condujo de regreso a Santiago.
Era 1912. Dos años después, en 1914 se desató la Primera Guerra Mundial. Pese a los problemas económicos y políticos ocasionados por el conflicto bélico internacional, la construcción de la mega obra de San Antonio continuó.
Habían sido seis largos años de trabajo. El 14 de agosto de 1918 los miembros de la Comisión de Puertos llegaban a San Antonio en un tren especial, en representación del Gobierno de Chile, a la recepción definitiva de las obras del nuevo puerto que comprendían el molo de abrigo, el espigón de atraque y varios otros trabajos.
Pese a la férrea oposición de Valparaíso el nuevo puerto de San Antonio estaba construido. El Presidente Ramón Barros Luco (1835-1919) decía que era su “obra predilecta”.

El nuevo puerto de San Antonio comenzó como un terminal granelero, pero posteriormente incorporó la transferencia de carga general. Con los años la infraestructura se amplió. Daños importantes provocaron en el recinto los terremotos de 1971 y 1985. Las reparaciones se realizaron a mediados de los 90s. A fines de esa década se constituyó en el Puerto N°1 de Chile, al incrementar fuertemente el movimiento de contenedores superando a Valparaíso.

Fuente: prensa nacional antigua. Recopilación RB

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