En 1975 se inauguraba el Gimnasio Montemar de San Antonio, en lo alto del sector Hospital. El sueño se gestó 30 años antes. Muchos fueron los desvelos de José Rojas Zamora, Presidente del Consejo Local de Deportes, para ver construido el recinto.
Empezaba 1970, desde hace décadas San Antonio necesitaba un gran gimnasio. Era un clamor de los deportistas locales pero la idea no se concretaba.
Consciente de ello estaba el entonces suboficial mayor de la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, José Rojas Zamora, quien había asumido recientemente la dirección local del Consejo Local de Deportes de San Antonio, tras una década de presidente de la asociación de fútbol local. El dirigente se abocó a la tarea de sacar adelante la anhelada aspiración de la comunidad sanantonina.
Por fin, salió humo blanco. El Ministerio de Obras Públicas aprobó 4 millones de escudos para levantar la obra.
La empresa Depetris comenzó los trabajos en 1971, en unos terrenos de pinos, de la Cooperativa Montemar, en el sector de Villa Italia, en medio de varias poblaciones.
En la ceremonia de colocación de primera piedra se firmó un pergamino que se colocó dentro de un depósito metálico, que se enterró en el frontis del gimnasio.
Los trabajos continuaron y tras paralizarse en 1973 se llegó al histórico mes de abril de 1975, cuando llegó el momento del corte de cinta del gimnasio con capacidad para 1200 personas.
En ese momento se le denominó Gimnasio Montemar. Se inauguró, con un acto multitudinario, el 12 de abril de 1975. El programa de la ceremonia, que empezó a las 10.00 horas, tuvo como número principal a la Gran Banda del Ejército, compuesta por 96 músicos. Bendijo la obra el cura párroco de San Antonio, Enrique Troncoso. En la ocasión también se rindió un homenaje al Campeón Nacional de Motocross, Gabriel Labbé.
La comunidad estaba feliz. Se podía practicar deportes variados como box, basquetbol, voleibol, baby futbol, tenis de mesa, gimnasia, etc y también se podía usar como escenario para espectáculos artísticos.