En 1964 se publicaba “Gracia y el forastero” del escritor chileno Guillermo Blanco (1926-2010). Fue un exitazo editorial y se convirtió en un clásico de la literatura nacional.
Por esta obra Blanco ganó el premio Academia Chilena de la Lengua. La novela pasó a ser lectura obligada en las escuelas de Chile.
Ambientada en los 60s narra la historia de un viudo que vive con su hijo en un pueblo cercano a la capital. Un día llega un amigo del padre con su hija Gracia. Los jóvenes se conocen y se enamoran, pero los padres se niegan al romance que concluye en un trágico final.
Una década después “Gracia y el forastero” fue adaptada al cine, en una coproducción chileno-argentina, dirigida por el chileno Sergio Riesenberg, quien tuvo después una destacada carrera en TV nacional y el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.
La película tuvo un reparto de lujo. Entre los actores chilenos tenemos a Jaime Azócar, Jaime Celedón y Yoya Martínez. El padre del protagonista fue interpretado por el célebre galán uruguayo-mexicano Gustavo Rojo, quien en su trayectoria internacional hizo más de cien películas, compartiendo créditos con actores como Jhonny Weissmuller en «Tarzan y las sirenas» y con Sean Connery. Incluso llego a trabajar con directores de la talla de Luis Buñuel.
Gracia y su padre fueron representados por los famosos actores argentinos Soledad Silveyra y Enzo Viena.
El equipo rodó en exteriores de diversas locaciones del litoral central de San Antonio. El borde costero de Algarrobo y Cartagena, además de la estación de tren de Llolleo, recrean al ficticio pueblo de San Millán donde transcurre la historia. La película, de duración de 80 minutos, filmada en Eastmancolor, llegó a la cartelera nacional el 12 de agosto de 1974.
Se puede ver online: https://www.cclm.cl/cineteca-online/gracia-y-el-forastero/
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La estación de tren de Llolleo da vida al terminal ferroviario del ficticio pueblo San Millán.
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El famoso actor Gustavo Rojo pasea por la costanera de Cartagena.
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Gran parte de exteriores se rodó en Algarrobo. Aquí vemos a la pareja protagonista en el frontis de la iglesia Santa Teresita.