La leyenda de los vampiros del puerto

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Un lugar icónico del cementerio parroquial de San Antonio. El antiguo mausoleo Kifafi.

Cada ciudad tiene sus propias historias de misterio y algunas están tan enraizadas en las creencias populares que muchos creen que de verdad ocurrieron. En el caso de San Antonio, tan plagado de leyendas, hay muchas historias que tuvieron un origen real, pero que con el paso de los años y las transmisiones orales fueron adquirieron tintes fantásticos.
La leyenda de los hermanitos Kifafi que se convertían en vampiros es quizás una de las más conocidas en la comuna puerto.
Pero ¿cuál es su origen?
El 1 de noviembre de 1946 fue un día muy caluroso en San Antonio. Para refrescarse un rato, en la tarde de ese día un grupo de amigos fue a darse un chapuzón en las aguas del estero El Sauce que separa a Barrancas de Llolleo. Los alegres planes para esa jornada terminaron en tragedia: tres niños hermanos de una respetada familia de comerciantes locales se ahogaron en las fangosas aguas del estero.
La noticia caló hondo en la comunidad. Con gran pesar las víctimas fueron despedidas y sepultadas en el Cementerio Parroquial de San Antonio. Poco después los eventos tomaron un giro paranormal.
Se decía que en sectores cercanos al estero El Sauce aparecieron animales muertos y parecía que les habían succionado la sangre. Por esos días los hermanitos fueron trasladados de su tumba en tierra a nicho mientras se levantaba un mausoleo familiar para su descanso eterno. Se dijo que los cuerpos de los pequeños estaban bien conservados pero los zapatos estaban gastados y que les había crecido las uñas y el pelo. En la ciudad surgió el rumor de que los tres hermanos salían por las noches en forma de vampiros. Muchos se inquietaron. En esa época los sectores altos de Cerro Alegre estaban despoblados y el cerro Centinela (más conocido como cerro de la Virgen) estaba cubierto por un bosque de pinos.
Eran días post Segunda Guerra Mundial, tiempos de mucha superstición, se dice que la noticia saltó a prensa de otras ciudades e incluso llegaron curiosos a hacer guardia día y noche en el Cementerio Parroquial para ver a las misteriosas criaturas.
En enero de 1948 el diario local Orientación titulaba que la fábula de vampiros se inventó como una mala broma de inocentes del 28 de diciembre de 1947. De nada sirvió. La leyenda ya había tomado fuerza.
En 2013 la historia fue adaptada por un equipo de dibujantes y guionistas sanantoninos que editaron un exitoso cómic titulado “Vampiros en el puerto”. Tantas décadas después nada recuerda a los hermanitos ahogados en el estero, no hay siquiera un monolito. Incluso con los años el lugar de la tragedia cayó en el olvido. En 2018 la señora Fátima Kifafi, última hermana viva del clan, contaba a revista ZonaMía que el triste suceso del 1 de noviembre de 1946 ocurrió en el estero El Sauce cerca del parque DYR y actual Estadio Huracán y no en las lagunas Ojos de Mar como algunos hoy creen. Ese día les iban a enseñar a nadar. Sucedió a las 3 de tarde. Uno cayó al estero, se lanzaron otros dos hermanos al rescate, pero ahí se quedaron, abrazados. Se ahogaron en un hoyo de dos metros de profundidad. Bomberos tuvo que drenar el agua para recuperar los cuerpos.

En el estero El Sauce ocurrió la tragedia de los hermanitos en 1946.

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