Frente a San Antonio desde el oriente y bajo San Antonio por Balmaceda y Pedro Montt, podemos dividir a este rincón patrimonial en 2 partes: alta (cuenca) y urbana.
En la primera, paralela a la autopista a Santiago, pese a incendios forestales y plantación de pino insigne, la quebrada Arévalo presenta mucha vegetación nativa, boldo, peumo, belloto, quillay y varias otras. Ello permite que se mantenga una rica fauna destacando una población de “gatos huiñas”, variedad de felinos silvestres, que llama la atención de investigadores y también, lamentablemente, de cazadores.
La quebrada fue estudiada por especialistas desde la década de 1980. Se ha hallado fósiles de 11 y 18 millones de años, restos de ballenas primitivas, el temido Megalodón y otras especies de tiburón más pequeñas, diversidad de peces, moluscos y crustáceos.
En Tiempos Precolombinos fue habitada por nativos. En este sitio arqueológico se hallaron enterratorios, viviendas e instrumentos de la Cultura Bato (500 a.C. a 900 d.C.). Ese pueblo, primer ceramista de Chile central, vivió en la parte alta de la quebrada, la geografía les daba protección ante fuertes vientos e inundaciones por tsunamis. Es el sitio arqueológico Bato más importante estudiado de la zona centro.
Desde la década de 1930 hasta los 70 se explotó el sector alto de la quebrada con la Cantera de Cal de San Antonio que tenía hornos de fundición artesanal. Desde tiempos remotos la cal tiene aplicaciones en construcción y agricultura.
Más abajo, al poniente, está la parte urbana. El curso de agua nace de vertientes en el sector del Cruce de Cartagena y tras varios kms fluye desde el “atravieso Arévalo” (ex puente) pasando por barrios céntricos. De fauna hay poco, algunos anfibios y aves como garzas, además de roedores y mascotas domésticas. Llegando a calle Lauro Barros, desde la década de 1930, el cauce avanza por una bóveda subterránea, un túnel de 4 mts de ancho por 2 mts de alto, bajo el centro de San Antonio, que lo lleva a su destino final en la playa de la bahía, junto a los restaurantes.
En el pasado, el estero formaba una laguna, donde hoy está el corazón comercial de la comuna (Avenida Centenario, Pedro Montt y calle céntricas). En 1875 el cuerpo de agua fue descrito por el Capitán de Navío Luis Pomar a quien se le había encomendado realizar la primera carta oceanográfica del poblado de San Antonio de las Bodegas (así se le conocía en esa época). En su informe registró que los pobladores se abastecían de agua del estero.
Durante algunos temporales del siglo XX, la última vez en 1986, el estero se desbordó afectando calles y edificios céntricos.
El nombre “Arévalo” no corresponde a palabra de lenguaje nativo y su origen se remonta a orígenes europeos o asiáticos, se cree que fue dado en recuerdo de alguien que vivió allí.
*Nota RB, publicada en noviembre 2011
Fotografía de archivo. Se alcanza a ver el antiguo puente Arévalo, demolido en 2012.