Estación de Tren de Llolleo

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Parada obligada en el siglo XX. La estación fue el punto de encuentro por excelencia de los llolleínos.

Alguna vez fue una de las estaciones ferroviarias más lindas de la zona central de Chile.
Construida entre la ribera sur del estero El Sauce y Avenida Los Aromos, a pasos del centro de Llolleo con sus tiendas, cafeterías, restaurantes, hoteles y servicios, la legendaria terminal tiene más de un siglo de historia.
El tren llegó a San Antonio a inicios de la década de 1910. Vale recordar que durante las obras de instalación de línea férrea en el Fundo de Llolleo se halló el primer sitio arqueológico prehispánico de la zona.
La emblemática estación de Llolleo fue parte del popular ramal Santiago-Cartagena que operó hasta fines de los años 80. Más que un nodo de transporte, era todo un monumento de entrada a la ciudad. Especial e inconfundible. Fueron sus años de esplendor. Millones de pasajeros caminaron por los andenes del recinto que estaba adornado con bellos y románticos jardines. Se le consideró un símbolo del progreso de ese San Antonio de las primeras décadas del siglo XX.

En 2001 se habilitó a la antigua bodega y terrenos como Centro Cultural.

En el tren de la mañana llegaban los diarios Clarín, La Tercera, La Nación, El Mercurio, el Ilustrado, El siglo, Las Últimas Noticias y varios otros. En el de la noche llegaba la prensa escrita de la tarde como Última hora y La Segunda.
Lugar de paso, de encuentro, de despedidas y esperas, romances, anécdotas. Sus vías contemplaron miles de historias de viajeros que iban y venían con alegría, esperanza, pena o tristeza. Quienes la conocieron, sobre todo en época de verano, guardan lindos recuerdos.
El cine también la inmortalizó. La bella estación fue escenario de la película chilena “Gracia y el forastero”, estrenada en agosto de 1974.

Abandono y deterioro en este lugar destacado de la historia local.

Tras los daños ocasionados por el terremoto del 3 de marzo de 1985 el edificio de oficinas, vestíbulo de recepción principal y sala de espera de pasajeros de la estación colapsó y tuvo que ser demolido. Se acercaba el ocaso. A fines de esa década finalizó el servicio de tren de pasajeros Santiago-San Antonio-Cartagena. La estación fue cerrada.
En 2001 el terreno y antigua bodega se recuperaron como Centro Cultural. Durante diez años se realizaron allí exposiciones artísticas y educativas, conciertos y eventos variados como la Expo San Antonio. Hoy, en este lugar destacado de la historia local todo es abandono y deterioro. Caminar por allí es todo un viaje al pasado y la nostalgia.

Esta pequeña área verde es lo único que queda de los bellos jardines que adornaron una de las más lindas estaciones ferroviarias de la zona central de Chile.

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