Terminada la Segunda Guerra Mundial, se reanudó el transporte de pasajeros y cargas entre Europa y América. En la década de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado llegaban grandes y elegantes trasatlánticos a San Antonio. Espectaculares para su tiempo, la calidez y amabilidad de sus operadores los hacían aún más encantadores.
Los vapores de la naviera inglesa Pacific Steam Navigation Company fascinaban: “Reina del mar” y “Reina del Pacífico”. También venían las naves «Rossini», «Donizetti» y «Verdi» de la naviera italiana Societa di Navigazione. Fueron los más famosos. Colosos del mar. No eran hoteles de lujo flotantes como los cruceros de hoy, pero tenían amplias zonas y camarotes en cómodas categorías. Eran viajes memorables.
En esos días anclaban en la bahía frente al Paseo Bellamar y la playa de la caleta de pescadores. Su célebre presencia era una gran atracción para todos los locales y turistas que llegaban desde Santiago y otras ciudades. Verlos en directo dejaba a todos maravillados. Se podía visitarlos, recorrerlos y comprar productos exclusivos en áreas de shopping. El recuerdo de esos bellos trasatlánticos en nuestra bahía forma parte de la historia marítima de San Antonio. Toda una época. Verdaderas leyendas.
De noche era hermoso ver sus luces desde la costanera y los cerros. Además del transporte de pasajeros, las naves cargaban aquí mercancías como cobre, legumbres y vinos.
El éxito de estos barcos que unían Europa y América recorriendo las rutas del Océano Atlántico declinó desde mediados de la década de 1960 culminando para los años setenta. La causa fue la pujante y moderna competencia aérea. Una linda época que quedó marcada para siempre en los sanantoninos de esos años.
La época de cruceros regresó al puerto de San Antonio en 2017 pero eso ya es otra historia.
