Tiene su historia. San Antonio tuvo autonomía eclesiástica en 1898. Ese año nació la parroquia denominada “Nuestra Señora de la Luz”. Tiempo después fue consagrada a San Antonio de Padua.
Un rústico templo se construyó primero en lo que hoy es el sector ex estación de tren. Un siniestro lo destruyó. Así, un nuevo recinto se emplazó al norte de la plaza. En la década de 1910 una inundación lo dañó. Se buscó una dirección más segura y un tercer edificio se erigió en la actual Avenida Centenario 247. Otra vez la desgracia. En los años 40 un incendio lo redujo a ruinas. Sobre esas cenizas se levantó el cuarto y actual templo en la década de 1950.
Pese a su aspecto austero es una construcción religiosa que no se debe pasar por alto. Imponente, ha resistido poderosos terremotos en los años 1960, 1965, 1971, 1985 y 2010. Es el edificio más emblemático de la céntrica y comercial Avenida Centenario de la comuna puerto.
En su interior exhibe bellas imágenes de la Inmaculada Concepción, San José, Santa Teresa de Los Andes, San Alberto Hurtado y San Pedro. Poco conocido es que la iglesia guarda reliquias de San Antonio de Padua y Santa Feliciana.
En noviembre de 2022 se inauguraron importantes trabajos. Se bendijo una Capilla de Adoración Perpetua, se restauraron antiguas bancas de pino oregón y confesionarios, se cambió el techo de zinc, se ocultó cableado eléctrico y de amplificación, se mejoró la iluminación, se cambió el piso y restauraron las paredes perimetrales. En el exterior se pintó el edificio cambiando de rojo a blanco, se hizo un cierre perimetral, se agregó una pileta, lindos faroles, una rampa de acceso universal, un mosaico y una estatua de San Antonio de Padua, entre otras reparaciones y remodelaciones. La obra fue financiada con donaciones de privados, potenciando el aspecto turístico patrimonial del templo.
